El presidente Mario Abdo Benítez una vez más se refirió a las crisis que le tocó a su gobierno: climática, económica, política y la pandemia del Covid-19. "A pesar de todas esas dificultades y dolores personales, nos hemos mantenido con la fe puesta en Dios y nuestra gente", indicó.

 

 

El jefe del Ejecutivo participó este lunes de un acto oficial en el distrito de Itapúa Poty, del Departamento de Itapúa, en el que participaron también autoridades locales y nacionales.

 

En ese marco, se refirió a las 14.288 personas cuyas vidas se cobró el coronavirus. "Ojalá que esto sea la culminación de una etapa trágica y de la que no se salvó Paraguay. Mi solidaridad con todas las familias, casi 14.000 paraguayos perdieron su vida a causa del Covid-19", expresó.

 

Posteriormente, pidió que se hagan a un lado las divisiones "y en homenaje a ellos" se construya el proceso de recuperación que necesita el país.

 

Sin embargo, más de un ciudadano responsabilizó al gobierno de Abdo Benítez de la muerte de un ser querido debido a que Paraguay tuvo un lento proceso de vacunación en sus inicios, en febrero. El Ministerio de Salud no conseguía la suficiente cantidad de vacunas contra el coronavirus para la vacunación masiva.

 

Recién en la semana pasada, la cartera sanitaria liberó la vacunación de la población general con 35 años cumplidos a 49 años y más tras la llegada de 1 millón de biológicos al país, que fueron donados por Estados Unidos.

 

Los grupos que ya fueron inmunizados en el país desde hace casi cinco meses son el personal de blanco, adultos mayores de 50 años en adelante y trabajadores priorizados. Según el último corte de la cartera sanitaria, hay 1.384.020 vacunados al menos con la primera dosis.

 

De acuerdo con analistas y empresarios, solamente, la inmunización masiva podrá recuperar a la economía de los golpes que viene soportando desde hace más de un año el país por el Covid-19.

 

En ese contexto, además, se desarrolla un año de elecciones. El presidente de la República había pedido sobre ese punto en enero hacer renunciamientos para no distraer ni dividir la política en un año clave para la recuperación económica.