Por Robert Figueredo

 

CORONEL OVIEDO

 

Monseñor Juan Bautista Gavilán, obispo de la Diócesis de esta ciudad, fue el encargado de leer el comunicado en el que la Iglesia Católica paraguaya lamenta y condena el uso desproporcionado de las fuerzas públicas para destruir las viviendas y cultivos de los campesinos, en tierras cuya titularidad no estaría suficientemente aclarada y comprobada para actuar en consecuencia.

 

Otra parte del comunicado expresa que el desalojo de las familias campesinas de la colonia Guahory "nos remite a la rica tradición del magisterio de la Iglesia sobre la propiedad de la tierra y su destino al servicio del bien común", citando el pensamiento del papa Francisco sobre el producto de la tierra que debe beneficiar a todos, argumentando que la tradición cristina nunca reconoció como absoluto el derecho a la propiedad privada, pues grava siempre una hipoteca social, "por lo tanto, no es conforme con el designio de Dios usar este don, de modo tal que sus beneficios favorezcan solo a unos pocos".

 

La misiva resalta la necesidad de encarar con seriedad y urgencia una reforma agraria integral que permita el arraigo de las familias campesinas en sus tierras, como lo recuerda el papa Francisco citando a los obispos del Paraguay. Además del título de propiedad, el campesino debe contar con medios de educación técnica, créditos seguros y comercialización, enfatizan los obispos. Finalmente exhortan a las autoridades competentes a ajustar sus acciones a los preceptos constitucionales y legales orientados por el respeto irrestricto a los derechos humanos salvaguardando la dignidad de las personas y brindando las garantías necesarias a los más débiles.

 

Por otra parte, el presidente del PLRA, Efraín Alegre, acusó ayer al Gobierno de perseguir a gente pobre que solo quiere tener un pedazo de tierra. "Cartes no quiere crear las condiciones para aplacar la pobreza del campo. El Gobierno ataca y roba a los campesinos", remarcó en el transcurso de una jornada.